El hombre fue creado para vivir, no para morir; Dios le advirtió contra el proceder que conduciría a la muerte
Gén. 1:27-31 “Procedió Dios a crear al hombre a su imagen, a la imagen de Dios lo creó; macho y hembra los creó. Además, los bendijo Dios y les dijo Dios: ‘Sean fructíferos y háganse muchos y llenen la tierra y sojúzguenla, y tengan en sujeción los peces del mar y las criaturas volátiles de los cielos y toda criatura viviente que se mueve sobre la tierra.’ . . . Después de eso vio Dios todo lo que había hecho y, ¡mire! era muy bueno.”
Gén. 2:16, 17 “También le impuso Jehová Dios este mandato al hombre: ‘De todo árbol del jardín puedes comer hasta quedar satisfecho. Pero en cuanto al árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo no debes comer de él, porque en el día que comas de él positivamente morirás.’”